miércoles, 4 de agosto de 2010

Simples cuidados mantienen pies y piernas en buenas condiciones.


EM, adulto mayor, 07-06-10.

"Si en la población general entre el 3 y el 10% de las personas sufre enfermedades oclusivas de las extremidades inferiores, entre los mayores de 70 años la cifra es de entre el 15% y 20%".

Por Cristián González y Amalia Torres.

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Por mucho que estén lejos de la cabeza, los pies no deben caer en el descuido. Y lo mismo ocurre con las piernas.

La edad, algunas enfermedades, la mala circulación, el uso de zapatos inadecuados, los kilos de más y el tabaquismo son algunos factores que inciden en el buen estado de las extremidades inferiores.

En ocasiones, además, los problemas de pies y piernas pueden ser el primer síntoma de un problema médico más serio, como trastornos neurológicos o circulatorios, la artritis o la diabetes.

Por ello, en la medida de lo posible, examine sus pies y piernas con regularidad; o pida a un familiar que lo haga. Ante cualquier cambio que se presente en ellos, consulte a un especialista.

Pantorrillas y muslos sanos.

Tanto las arterias, venas, huesos, músculos y nervios de las piernas pueden sufrir alteraciones asociadas al envejecimiento y el estilo de vida.

De hecho, a mayor edad, mayor posibilidad de que las arterias de las piernas se vayan tapando, explica el doctor Leopoldo Mariné, especialista del Departamento de Cirugía Vascular de la Universidad Católica: "Si en la población general entre el 3 y el 10% de las personas sufre enfermedades oclusivas de las extremidades inferiores, entre los mayores de 70 años la cifra es de entre el 15% y 20%".

Para prevenir la arteriosclerosis, buena idea es tomar aspirina debido a su efecto anticoagulante, así como evitar el tabaco, que junto al colesterol elevado y la diabetes son uno de los mayores factores de riesgo.

Para saber si sufre problemas arteriales, fíjese si al caminar comienza a sentir un dolor en las pantorrillas que lo obliga a detenerse.

Otro síntoma es que el malestar desaparezca al estar en reposo.

Estar atento a este mal es clave, ya que como advierte el doctor Mariné, cuando están tapadas las arterias de las piernas, lo más probable es que también estén tapadas en otras partes del cuerpo, lo que podría provocar problemas al corazón o en el cerebro.

Otro mal común en la tercera edad son las várices.

"Hay un componente hereditario, pero también ocurren por otras razones, como permanecer mucho tiempo de pie, el sobrepeso y obesidad o el estreñimiento", precisa el doctor Eric Blake, geriatra de la Clínica Alemana.

Para ello, hacer ejercicio, evitar estar mucho rato parado y usar medias elásticas cuando se tiene predisposición a las várices, ayuda a evitar su aparición.

Otro tipo de obstrucción en las venas es la trombosis venosa, que cuando ocurre a nivel profundo se conoce como el "síndrome de la clase turista".

Entre sus causas está un enlentecimiento del flujo sanguíneo debido al sedentarismo, a una insuficiencia cardíaca, a ciertos medicamentos (como diuréticos) con efecto hipercoagulante, o al consumo de alcohol o café en exceso.

A nivel de huesos y nervios, otro problema frecuente es la artrosis u osteoartritis de rodilla.

"Es el desgaste de las articulaciones o el cartílago de la rodilla, por un ejercicio frecuente, golpes, sobrecarga (obesidad); que a veces hacen necesario reemplazar la articulación", dice el doctor Eric Blake